Los miércoles por la mañana son lo suficientemente difíciles como para que llame el cliente de siempre con el mismo problema por el que siempre está exagerando. Nos resignamos y contestamos el teléfono - todo al mismo tiempo que nuestro rostro se transforma en el de una persona que está comiendo almejas por primera vez.
¿POR QUÉ pareciera que ese cliente está determinado a volverte loco? Porque es tu culpa...
Cada mañana el gerente de de operaciones te busca en tu oficina para decirte cómo tu equipo arruinó sus operaciones el fin de semana. Es bastante duro. Tú contestas con respuestas cortas y abruptas y lo sacas de tu oficina a como dé lugar.
¿POR QUÉ pareciera que ese colega está determinado a sacarte de quicio? Porque es tu culpa...
Todos los martes por la mañana, tu jefe tiene una junta "obligatoria" para revisar tu desempeño durante la semana anterior. Tú detestas esa junta y tu jefe es un idiota (y sabes que el sentimiento es recíproco).
¿POR QUÉ pareciera que tu jefe está determinado a sacarte de tus casillas? ¡SÍ, porque es tu culpa!
La gente le gusta tratar con la gente que le cae bien, a la que le cae bien y a la que, a su vez, es parecida a ella. ¡Eso quiere decir que, a menos que hagas un esfuerzo, al 75% de las personas que conozcas no le vas a caer bien!
¿Los estás escuchando y estás "leyendo" su lenguaje corporal o no verbal? Probablemente no. Las cuatro personalidades, DISC, siempre están en acción e ignorarlas es peligroso. A los Dominantes no les gusta perder el tiempo con plática superficial y solo pueden ganar si alguien más pierde. Los Influenciadores necesitan que les digas que te caen bien y requieren de una situación "ganar-ganar" para sentirse bien. Los Estabilizadores (los S) te rechazan si no te integras al equipo; ponen atención a los detalles y se sabotean si no los aprecias. Los Analíticos (los C) confían en los números y no les gusta perder: ellos necesitan ganar y no les interesa si tú ganas o pierdes (ese es tu problema). Tampoco es de su agrado que les hagas preguntas personales. Y siempre llega un momento, obviamente, en el que cualquier tipo de personalidad puede estresarse o desesperarse.
¿Quieres saber cómo lidiar con estas personas difíciles? Pon atención a sus expresiones, escúchalas y rescátalas. Mantén tu ego siempre bajo control: no te tomes nada de forma personal. Observa e imita su lenguaje corporal y tono de voz. Es cierto, es bastante difícil, ¡pero es muy productivo y vale muchísimo la pena!
Autor: Publicado originalmente en Sandler.com
Traducido por: Equipo Sandler