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Dan Macías | Bogotá, Colombia
 

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La belleza de una carrera en ventas es que puedes obtener como resultado lo que primeramente ingreses como insumo. Con un potencial de ingresos relativamente ilimitado, entre más trabajes, más exitoso vas a ser. Sin embargo, la desventaja de esta cualidad es que parecería ser que trabajas “24 horas” cuando estás en ventas. Puede resultar difícil mantener un equilibrio trabajo-familia adecuado, especialmente al iniciar tu carrera profesional cuando apenas estás afinando tu técnica.

Si bien toma una gran disciplina, sujetarte a un horario que te permita relacionarte saludablemente con tu trabajo beneficia tanto a tu carrera como a tu felicidad personal en el largo plazo. Esta es una guía de 3 elementos que te enseñan cómo lograr justamente eso.

1. Establece límites y define expectativas

Si fueras doctor, abogado o profesor, no permitirías que un cliente te contacte a cualquier hora de la noche ni que agendara reuniones fuera del horario que designes. Esperarías que busquen tener reuniones contigo durante tu horario de oficina. Determina durante qué horas del día eres más efectivo trabajando con clientes y solo acepta verte con alguien durante ese periodo. Está bien si de vez en cuando tienes alguna junta fuera de tu horario normal, pero no establezcas con anticipación la expectativa de que siempre estarás disponible.

Esto podría aparentar ser una mala idea – perder la oportunidad de reunirte con alguien – pero contar con esta estructura establecerá un aire de profesionalismo que te ganará el respeto de tus clientes. Si inicias la relación con cada uno de tus clientes de esta manera, establecerá el estándar de cómo ellos deben interactuar contigo y viceversa. Si, por el contrario, empiezas tu carrera aceptando reuniones a cualquier hora, aún cuando tengas la intención de demostrar lo mucho que trabajas, los clientes podrían continuar esperando permanentemente este tipo de flexibilidad de tu parte a lo largo de toda su relación.

2. Trabaja hoy para que puedas prosperar después

El que solo aceptes reuniones de clientes durante ciertas horas no significa que debas relajarte el resto del tiempo. Desde el inicio de tu carrera, asegúrate de maximizar el tiempo con el que cuentas.

Al progresar en tu profesión, tus días de trabajo se harán más largos. Toma tiempo desarrollar tu portafolio y base de clientes, acumular conocimiento para lograr eficiencias y encargarte de las tareas administrativas hasta que puedas contratar a alguien para que te apoye.

En la medida de que te desarrollas, serás capaz de concentrarte más en tus clientes existentes en vez de generar otros nuevos. Por sí mismo, esto toma menos tiempo y tu día laboral se tornará más fácil. Además, aprenderás muchas técnicas que incrementarán tu nivel de eficiencia y que seguirán liberando tu tiempo. Las actividades que todavía consuman demasiado de tu tiempo o energía pueden ser delegadas a otros miembros de tu equipo.

3. Desarrolla un calendario ideal

Las dos recomendaciones anteriores son grandes planes, pero, a menos que los pongas en práctica, eso es todo lo que son: planes. Para convertirlas en algo más que solo grandes intenciones, te recomiendo desarrollar un calendario ideal: una guía estructurada de como debes invertir tu tiempo cada día de la semana.

Si quieres hacer llamadas de 9 a 10 AM, y luego de 4 a 5 PM, entonces agéndalo en tu calendario. Tal vez consideres prudente dedicar una hora al papeleo de 5 a 6 PM. Si es así, también agéndalo. Repite este proceso para cada día de la semana y define por completo todos los objetivos que quieres alcanzar durante el transcurso de la misma.

Una vez que lo hayas terminado, coloca tu calendario en un buen lugar. Puede ser en tu cubículo, en una pared de la oficina o de manera virtual en tu computadora; lo importante es que lo puedas ver todos los días y que intentes respetar tu propio plan de acción. Obviamente ningún día es perfectamente predecible en el mundo de las ventas, pero entre más puedas acercarte a tu calendario ideal, más probable será que cumplas con lo que te has propuesto.

Consejo extra: Si te parece difícil ajustarte a tu propio plan, busca a un colega, socio, mentor o amigo a quien le interese tu desarrollo y pídele que revise contigo diariamente o semanalmente cómo vas con tu agenda. Esta responsabilidad o compromiso añadido te ayudará a seguir tus horarios.

Alcanzar un equilibrio trabajo-familia no siempre es fácil, pero es posible alcanzarlo con una debida preparación. Definiendo expectativas, distribuyendo tu trabajo estratégicamente y desarrollando un calendario ideal estás estableciendo los cimientos necesarios para alcanzar el equilibrio trabajo-familia que deseas y mereces.

Autor: Sandler Training
Traducido por: Equipo Sandler

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